Día
de tránsito. Les pedimos madrugar un poco más para poder tomarlo con calma y
parar algo en el camino, pero es misión imposible!! Acabamos saliendo a las 8
como casi todos los días… cada uno lleva
su ritmo.
Hoy
toca ir desde Ruaha a Udzungwa pasando por Mikumi, así que 8-10 horas no nos
las quita nadie!!
De
Ruaha a Iringa se puede ir por dos caminos por los que hay prácticamente la
misma distancia. Vinimos por uno y hoy volvemos por el otro, ya que estando en
Tungamalenga es más corto. Este camino está mucho peor, lleno de baches y con
una pista en malas condiciones. Tardamos 2 horas en llegar a Iringa. Allí
paramos para que Alfred compre lo que falta (1 hora más).
De
Iringa hemos salido a las once y hemos parado a comer a la 1.30 h. En menos de
una hora estábamos saliendo y hemos llegado a Mikumi a las 15.30 h.
La
carretera es muy bonita, verde, frondosa, llena de monos papillotes y de nuevo atravesamos
bosque de baobabs. No hay mucho tráfico, pero son todos camiones y las
oportunidades de adelantar no son siempre las mejores.
Paramos
a comer en un restaurante-hotel que tiene inmersa en su estructura un baobab.
Allí sacamos nuestro picnic y pedimos bebidas. Hoy para comer sacamos una
bolsita de las de Jamón Serrano que han traído Esther y Silvia. Saidi no quiere
ni comer con nosotros en la misma mesa!! Lo del cerdo debe ser algo muy fuerte
para él. Sin embargo a Alfred y Gregory les gusta mucho. Dicen que van a probar
a hacerlo aquí… nosotras le explicamos cómo, ya que Esther ha hecho muchas
veces en su casa, pero el clima no creemos que sea el más adecuado para secar
jamones…. La madre de Gregory cría
cerdos y vende la carne, así que dice que probará con una pata.
Tras
la comida, dos horitas más de viaje por una pista infernal y llegamos a
Udzungwa. Por el camino pasamos por kilómetros y kilómetros de plantaciones de
caña de azúcar. Hay una industria en este pueblo que atrae a un elevado número
de habitantes por la necesidad de mano de obra. Es un clima tropical-húmedo muy
propicio para este tipo de plantaciones. Paramos a comprar algo de fruta
En
esta zona cae agua de la montaña por multitud de arroyuelos y tienen también
una central hidroeléctrica.
Nos
alojamos en el Camping Hondo Hondo, a las afueras del parque. Es un lugar
amplio y agradable, gestionado en estos momentos por una mujer suiza que, según
nos cuenta, ya lleva un importante periplo por la vida africana en diferentes
países. Ahora lleva aquí un mes. El camping se nota que es de europeos; cuida
la estética a “nuestra manera” y está todo muy arreglado. Eso sí, el precio del
bar también es a la europea!!! Cada cerveza 3 $!!!! Y una copa de vino blanco, lo mismo. Eso sí, a pesar del precio, nos sientan de
maravilla mirando a la imponente montaña con una vegetación selvática muy
propicia para los monos. Es una pena que al día siguiente, cuando vamos a pagar
las cervezas, tienen un detalle muy feo. Lo que ponía 3$ de la copa de vino, lo
habían tachado y habían puesto 4$.... ¿4$ una copa de vino????? Creemos que
como para la siguiente comida nos trajimos las cervezas del pueblo a un precio
mucho más asequible, se enfadaron y nos quisieron cobrar más del vino… en fin…
un detalle tonto que afea mucho el feeling con este camping.
Cenamos,
fueguito y a descansar, que mañana toca día de trecking de ascenso a la
montaña.
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